A mi gran amigo René Descartes:

Descartes, sólo de verte me entra repulsión,
un sentimiento que inunda mi corazón
y aún a riesgo de repetición:
te odio, te odio, te odio cabrón
no te aguanto, te rechazo como a Platón

Sólo de leerte me entra un sopor,
sensación que invade todo mi babor
y aunque el estribor a pique va con valor;
solo de pensar me caigo, con razón.

Sólo quiero que me dejes, demonio
me intoxicas como el amonio.
No se que haces con tu patrimonio
sino torturar a Petronio.

Sólo pienso en un sabio
que me libre de este estadio.
Sólo espero que un acadio
te quite el diccionario.

Klondike